¿Cuándo no me lo merezco? – El lado serio de las finanzas personales

Durante años, cada vez que cobraba un proyecto, me repetía: “Me lo merezco”. Y claro que lo merecía… pero el problema fue que esa frase se convirtió en una excusa para gastar sin pensar. Compraba cosas que no necesitaba, premios diarios que se volvían hábitos y, al final, me quedaba sin capital para mis ideas. Entendí que no siempre que quiero algo, “me lo merezco” en ese momento.

Para una mujer emprendedora, las finanzas personales son la base de cualquier sueño. Sin ahorro, no hay inversión. Sin inversión, no hay crecimiento. Reconocer cuándo una compra es un capricho disfrazado de recompensa es clave para avanzar. Las mujeres solemos llevar muchas cargas emocionales, por eso es fácil caer en el “me lo merezco” como alivio, pero difícil asumir las consecuencias financieras.

El día que me puse un presupuesto emocional y financiero, todo cambió. Empecé a distinguir entre deseos impulsivos y merecimientos reales. Ahora mis “premios” llegan cuando cumplo metas, no cuando estoy estresada. Y la sensación de merecer algo de verdad es mil veces mejor que la gratificación rápida que me frenaba antes.

Cuidar tus finanzas no es limitarte… es liberarte.

Recomendado

YouTube
Instagram
WhatsApp
Tiktok