
¿Cuándo no me lo merezco? – El lado serio de las finanzas personales
Durante años, cada vez que cobraba un proyecto, me repetía: “Me lo merezco”. Y claro que lo merecía… pero el problema fue que esa frase se convirtió en una excusa para gastar sin pensar. Compraba cosas que no necesitaba, premios diarios que se volvían hábitos y, al final, me quedaba sin capital para mis ideas. Entendí que no siempre que quiero algo, “me lo merezco” en ese momento.

