Los que no somos de familia de Medellín en Medellín (y extranjeros), la parte buena

Crecer en Medellín sin tener una familia paisa detrás es una experiencia muy particular. En mi caso, mi familia viene de Bogotá, como la de muchas personas que nacieron o crecieron aquí, aunque sus raíces estén en otras ciudades. Y aun así, Medellín nos adoptó. Aprendimos sus costumbres, sus sabores y su manera única de ver la vida. También pasa con los extranjeros que llegan: sienten que esta ciudad te recibe con una calidez que no exige pertenecer para sentirte parte.

La mezcla entre quienes llegan de otras regiones o países y la cultura paisa ha enriquecido la ciudad. Medellín ofrece oportunidades culturales, gastronómicas y turísticas que han hecho que muchos foráneos la elijan como hogar. Las experiencias culinarias, los recorridos urbanos y la relación cercana con la gente hacen que vivir en Medellín, incluso sin raíces paisas, sea una vivencia única.

Cuando llevo personas al tour, especialmente quienes no vienen de familias paisas o son extranjeros, noto algo especial: se maravillan con lo cotidiano. Un buñuelo bien hecho, un calentado, un chicharrón crocante. Cosas que para los locales son rutina, pero para ellos son descubrimientos. Esa mirada fresca y curiosa hace que el tour se llene de momentos auténticos que solo ocurren cuando alguien se siente bienvenido sin importar de dónde viene.

Medellín tiene espacio para todos y su cocina también.

YouTube
Instagram
WhatsApp
Tiktok