Negocios con amigos o familia: la receta para el desastre (y cómo evitarlo)

Emprender es emocionante, pero hacerlo con amigos o familiares puede convertirse en una pesadilla. Aunque suene duro, en Icthus Design te lo decimos con sinceridad: los negocios en familia o con amistades requieren reglas claras o pueden acabar en caos.

1. La confianza emocional no reemplaza un contrato legal
Aunque tu socio sea tu hermano o tu mejor amiga, todo debe quedar por escrito. Roles, pagos, propiedad del negocio… TODO.

2. Diferencias de compromiso arruinan relaciones
Tú puedes darlo todo y tu socio familiar nada. Las expectativas no habladas destruyen amistades y negocios.

3. El dinero cambia las cosas, para bien o para mal
Cuando hay ganancias o pérdidas, las emociones salen a flote. Muchos negocios familiares se acaban por no hablar de dinero.

4. Si igual decides hacerlo, profesionaliza el trato
Pide asesoría legal, crea estatutos y actúa como si no fueran familia. Solo así puedes proteger la relación y el proyecto.

5. Decir “no” es válido y saludable
No estás obligado a asociarte con nadie por afecto. Tu carrera y tu salud emocional valen más que evitar una incomodidad.

6. Siempre cobra por tu trabajo, incluso si es a mamá
Si diseñas, programas o haces redes sociales, tu tiempo debe ser remunerado, aunque sea simbólicamente.

La línea entre el cariño y el negocio es muy delgada. Si no se gestiona bien, emprender con familia o amigos puede destruir ambas cosas. Sé claro, sé profesional, y recuerda que decir NO también es cuidar tus relaciones.

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