Pensamiento positivo, menos recriminatorio conmigo

Hubo un tiempo en el que mi diálogo interno era mi peor enemigo. Me castigaba por todo: por no hacer más, por cansarme, por equivocarme. Un día entendí que la voz con la que me hablaba no era mía, sino una mezcla de miedo, hábitos aprendidos y exigencias ajenas. Cambiarla fue un acto de amor propio, y uno de los pasos más fuertes hacia mi estabilidad emocional.

El pensamiento positivo no es ignorar la realidad, es interpretarla desde un lugar más sano. Trabajar la salud mental incluye aprender a identificar pensamientos duros, desarrollar autocompasión y fortalecer el amor propio. Cambiar el diálogo interno ayuda a disminuir la ansiedad, aumentar la claridad y mejorar la relación que tenemos con nosotros mismos.

En Benkadi, comparto ejercicios que a mí me ayudaron: cambiar frases recriminatorias por preguntas amables, reconocer logros pequeños y permitir descansos sin culpa. No se trata de ser perfecto, se trata de reconocer que somos humanos. Cuando dejamos de atacarnos por todo, el cuerpo respira diferente y la mente se abre a nuevas posibilidades.

Tu forma de hablarte marca tu bienestar.

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